A veces…

A veces sentís que todo pasa muy rápido, que estás en la bajada de la montaña más alta e importante y no podés dormir.

Entonces querés beber todos los tragos, bailar todos los bailes, reir todas las risas, amar todos los amores, cantar todas las canciones…

Se va despacito como un mínimo grano de arena que se escurre entre los dedos… Lenta, implacable, inexorable… Está ahí la parca ya te ve pensar en ella… Y quizás te pasa pensarlo en los días más felices, sin angustias ni enfermedades a la vista.

A veces guardás momentos inolvidables en cajas de cristal de la memoria: cuando tus hijos te agarran el dedo por primera vez, cuando te sonríen, cuando te dicen papá, cuando saltan y gritan después de ganar la final más importante de la gloria eterna.

A veces perdés a tu mejor amigo, de la nada, en pocos meses y te enojás con todo lo que te rodea y llorás y a su vez pensás que te puede tocar también.

Hay momentos mágicos que te aparecen: un nene riéndose por que le hacés adivinanzas disfrazado de payaso, una nena que sonríe con dulzura leyendo su cartita de feliz cumple, una joven que canta hermoso y te manda su canción para la radio, una amiga que a las tres de la mañana te escucha y te impide tomar una pésima decisión, otra amiga que está siempre y apoya con dulzura e inteligencia, una etapa que se cierra con un libro increíble…

Siempre habrá alguna desilusión importante, una tristeza, unos enojos, creer por demás, fumar por demás, beber por demás.

Siempre habrá nuevos sueños por cumplir, nuevas metas que buscar, nuevas medallas que colgar, nuevos amores que amar.

A veces cumplís en un año lo que soñaste toda la vida, y decís pucha… Salió todo bien y te asustás…

A veces querés estar en silencio y otras ponés los Redondos al palo porque te querés aturdir.

A veces te quedás dormido a las diez de la noche y a veces a las siete am estás de joda. La vida es un gran cóctel de pasión, emoción, tristeza, belleza, amor, risa, sueños, baile, series, música, libros y millones de etcéteras más.

A veces necesitás escribir esto a las cuatro de la mañana y a veces a las cuatro de la mañana estás con otras Historias… más divertidas y mundanas.

A veces cumplir años te pone reflexivo, filosófico y hacés balances… Hiciste cientos de cosas y harás otro centenar de cosas más.

A veces te da miedo y a veces te da mucho placer el camino recorrido y lo que falta del laberinto.

A veces sentís que hiciste casi todo y otras que te faltan muchos cruces de rincones futuros y maravillosos.

En cada esquina de la vida decidimos doblar a la izquierda o a la derecha… Esa decisión condiciona las siguientes decisiones en un mapa que nadie conoce y recorre cada día… Como un mandato universal misterioso e insondable.

A veces salen éstas historias de mi cabeza sin mi permiso, brotan y se escriben solas, sin consentimientos explícitos ni preconceptos.

A veces… Solo a veces las palabras salen del Alma sin la aduana del cerebro.

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