El karma es un fantasma, que llega en forma de vestido de novia roto y sucio de barro y musgo.
Es parecido a un entierro sombrío y tenebroso bajo nubes negras.

Lo llevan los hombres de gris en sus hombros y en su espalda.


Tiene aspecto de bestia, pero no es salvaje, es una agónica tortura, que no termina y que cada vez es más intensa.
Según el mal que hayas hecho, la gravedad o a cuántas personas heriste o arruinaste en tu vida.

Ese suplicio, es un viento negro, que te lleva sin ver. Que te hace caer y no sabes a dónde porque nunca terminas de caer… caes y caes…

Y cuando llegas a la fría roca, el golpe es tan fuerte, que no te desmayas, sino que te tortura, sólo, muy sólo, y gritas, pero nadie escucha… seguramente eso te hace recordar algo.

Vas a tener mucho frío y mucho calor al mismo tiempo. Tu cuerpo se hará insoportable de llevar.
Tus tripas van a querer salir de adentro… Con tanto ardor, que vas a querer agujerearte el cuero.

El infierno te va a parecer liviano al lado de esto.
Y detrás de las nubes vas a ver lo que nunca más vas a poder alcanzar.
Porque ya estás destruido y destinado.

Se abrirán las puertas que jamás cerraste: las del rencor, las de la envidia, las de las mentiras, las de las maldades estúpidas… por creerte superior, y en realidad siempre estuviste debajo de tu propio zapato.

 

 

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Rita Chirino

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