Los Señores del Camino no te dejan pasar, ellos se han cargado la educación en un segundo pisando todo a su paso.
Ellos hablan de una época en la cual la pasaron peor, pero no se dan cuenta que aun alguien la pasa mal… esto parece ser que nunca tiene final.
Ellos que miran para otro lado dejando caer indiferencia, se delatan porque tampoco hicieron nada o no pudieron cambiar las cosas.
Lo noto en el tono de sus voces, no se arrepienten de nada, saben que llegaron a la vejez.
Un patriarcado duro de roer, ellos que quizás sufrieron se olvidaron que alguna vez fueron como nosotros inquietos en la lucha, obedeciendo y huyendo de la guerra.

Décadas de batallas sin acabar, se sienten grandes cuando aun les salpica la sangre.
En nuestras manos esta. Ya no hay unión entre nosotros. Cada uno a su visión, nos siguen derrotando poco a poco y… ya no hay control.
Todo esta escrito en los libros, los finales felices son finales sin acabar. Porque no existen.
Aun hay hambre en el mundo, malos tratos, gritos de socorro en niños. Dejaron que todo se fuera destruyendo y piensan que nosotras lo podremos arreglar con un poco de amor.
Y ahora… en este preciso instante… cuanto vale la vida?. Aun mas cara que ayer.

Sintiendo asfixia por: no casarte, no tener hijos, no hacer caso a la Iglesia. La secta de donde viene todo este patriarcado.
Que baje Dios y lo vea, porque yo no veo religión, ni educación, ni sensatez en las palabras de un cura. No pongo en duda la Fe… si lo que esta detrás de la institución.
Todos son corruptos, venden humo, siembran mentiras y miedo. Igual que en la política.
Nos han dividido, creado miedo al tacto, al abrazo, nos han inculcado dolor. Miedo por los que no están, no nos podemos olvidar de respirar. Miedos por familia, por amigos, por nuestro alrededor.
Personas que han perdido dos años de sus vidas, sufriendo las distancias… encerrados en nosotros mismos.

Pero hay personas como yo, que llevamos luchando toda la vida para no perder el tiempo. Crecí rodeada de mujeres poderosas, me enseñaron a soportar el dolor y a seguir batallando.
Mi abuelo me enseño que también tengo voz… el era diferente, un visionario tal vez.
Vi mujeres calladas, cabizbajas por la presencia de un hombre con autoridad o autoritario quizás. La mente humana olvida rápido, otras no olvidamos pero si avanzamos para hacer algo mejor.
Los Señores del Camino no recuerdan el presente de hijos/a y nietos, no ven mas allá de sus narices, que los que vengan mañana padezcan batallas innecesarias por que nada es justificable.

La Humanidad sin humanidad, no nos podemos olvidar de los que no están pero tampoco de los que hicieron crecer las ciudades, parece que todo queda en vano ahora.
Porque pesa mas el miedo y el rencor y a veces es mejor que mires para otro lado así parece que nada te salpica.

Nos seguimos equivocando en los movimientos absurdos de la humanidad.

 

 

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