¿Cómo le vamos a hacer?
Hablo por esta cerveza que está aquí, entre unas gentes como tú y como yo. ¿Qué se va a decir, si ya llevamos varias de las mismas entre nosotros dos?.
Podemos intentar burlarle la hipocresía a unas cuantas verdades; razones de lo que jamás sucedió.
Pero, espérame, hablo por esta cerveza en medio de la mesa, que se está cargando la gracia de varias tonteras, al mismo tiempo que se calienta. Así es, la sinceridad hecha palabras le va colmando el ansia a este vaso de cerveza amarilla.
«¡Que se extinga en sus adentros toda la sarta de verdades ya bien sabidas!», eso nos decía la cerveza ya no tan fría… «¡Que se callen, que se ahorren dos pesos de cortesía! Que no es necesario tenerme aquí, entre gentes como ustedes dos, para darse el valor. De ese a ustedes ya no les tocó», eso decía…
Tenía razón, al siguiente trago la noche nos amargó, porque hay verdades de a deveras entre dos como tú y como yo, las hay en realidad, y saben a lo peor.
¿Ya viste?
Que tienes aquí,
junto a la boca,
dos líneas que se carcajean,
mientras se asoman unos dientes
con la curiosidad del afuera.
Me van gritando
«¡¿A quién esperas?!»
¿Ya oíste?
Una voz que me camina
las piernas…
Marina desde México nos relata una historia desde una cerveza compartida.